Hace 15 años muchos pacientes enfermos con el VIH, es decir, con el Sida
(Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), morían. Ahora, la tasa de
supervivencia de la enfermedad es casi de 100% gracias a la terapia
antirretroviral combinada (TARc). Sin embargo, aunque todavía faltan
algunos años para lograrlo, cada vez está más cerca la posibilidad de
encontrar una vacuna contra dicha enfermedad.
Hace unos días, los investigadores del equipo de Enfermedades
Infecciosas y Sida del Hospital Clínic de Barcelona (noreste de España),
quienes llevan seis años trabajando en el Programa de vacunas
terapéuticas y profilácticas IDIBAPS, han publicado en la revista
Science Translational Medicine los resultados de una nueva vacuna que
demuestran que pacientes en tratamiento antirretroviral combiado (TARc)
han logrado controlar temporalmente la replicación del virus.
"Este es el tercer ensayo y el más importante porque es en el que
hemos obtenido una respuesta más clara y más contundente que nos ha
convencido de que estamos en el buen camino", asegura en entrevista el
doctor Josep Maria Gatell, director del equipo. "Y que aunque todavía
estamos lejos de los resultados, una vacuna terapéutica será posible",
añade.
Para el estudio se realizaron pruebas en 36 pacientes que seguían la
terapia antirretroviral (TAR), y dichas pruebas demostraron una
reducción de más de tres veces de la carga viral en 95% de los
infectados. Los efectos positivos, sin embargo, empiezan a disminuir
después de la duodécima semana, para desaparecer al cabo de un año de la
aplicación. Es decir, la vacuna no cura del todo a los pacientes. Y el
virus se hace resistente a los antirretrovirales al cabo de un tiempo.
Por eso, como explica Gatell, "hay que mejorar esa vacuna todavía más o
posiblemente mejorarla con otra vacuna" y lograr la curación funcional;
es decir, "no has eliminado totalmente el virus, pero si el virus no
rebrota al terminar el tratamiento te puedes dar por satisfecho", añade.
En cuanto a los plazos, explica que como mínimo habrá que esperar
cuatro o cinco años. "En menos de cuatro o cinco años no se puede
obtener ninguna vacuna terapéutica ni preventiva que se pueda utilizar.
Pueden ser cinco o 25, ya lo veremos. Pero lo importante es que vamos
por el buen camino", asegura.
Hoy en día la infección por el VIH es la epidemia más importante del
mundo y representa uno de los más graves problemas de salud pública,
según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El número total de
personas infectadas sobrepasa los 30 millones y hay cerca de 3 millones
de nuevas infecciones por año. Y el acceso al tratamiento con
antirretrovirales sólo llega a 30% de los más de 10 millones de
pacientes que lo necesitan. Por eso la principal esperanza para reducir
la incidencia del sida es una vacuna preventiva.
"El tratamiento de los antiretrovirales ha evolucionado mucho: ya
sólo se toma una sola pastilla al día y se tolera bastante bien, pero no
deja de ser una medicación que hay que tomar durante toda la vida por
lo que resulta muy cara. No por que el precio por día de tratamiento sea
muy caro, ya que cuesta lo mismo que el tratamiento para una pulmonía.
Sino porque el paciente lo tiene que tomar los 365 días de cada año de
toda su vida", explica Gatell.
En este sentido subraya que el VIH es la única enfermedad infecciosa
que tratamos toda la vida. "El resto de enfermedades infecciosas las
tratamos durante un período de tiempo y ya después el tratamiento lo
podemos parar. Por eso habría que procurar que con el Sida ocurra lo
mismo, que lo pudiésemos parar con una vacuna", comenta el investigador.
Josep Maria Gatell explica que si un día tuviéramos la vacuna
terapéutica "una persona que estuviera infectada por el VIH tendría que
hacer un tratamiento antirretroviral durante un tiempo determinado, que
puede ser un año o dos, se le administraría una vacuna terapéutica y el
tratamiento antirretroviral se podría retirar sin que se produjera un
rebrote de la carga viral". Es lo que se llama la curación funcional.
BATALLA MUNDIAL En la actualidad hay diferentes
grupos de investigación en el mundo que están desarrollando vacunas
terapéuticas y preventivas, por lo que podría ser que uno acabara con
éxito. "Si tenemos una vacuna para la Hepatitis B, para la Gripe y para
el virus del Papiloma no podemos pensar que esto no vaya a ser posible
para el virus del Sida pero aún no hemos tenido éxito". Sin embargo y
aunque todavía haya que esperar al menos cuatro o cinco años para que la
vacuna sea un hecho, Gatell subraya el hecho de que en la investigación
del virus del Sida se ha conseguido mucho en muy poco tiempo. "El Sida
es una enfermedad relativamente nueva, moderna, en la que no llevamos
muchos años investigando. El primer tratamiento eficaz apenas tiene
menos de 15 años, es de 1996. Y se ha conseguido mucho en muy poco
tiempo".
Gatell recuerda que "hace 15 años tenía una mortalidad de 100% y
ahora tiene una mortalidad de casi 0%. Se tolera bien. Tenemos un
tratamiento eficaz y bien tolerado. Se ha avanzado muy rápidamente
porque se han invertido muchos recursos. Por eso no hay que ser
pesimistas. Esto puede ser posible, pero no hay que ponerle un plazo".
El investigador también apunta a que en el campo de las vacunas si se
invierten suficientes recursos se puede avanzar rápidamente. "Y luego
se tendrá éxito o no. Ya lo veremos". Y reconoce que la investigación en
inmunología y vacunas es cara. "Los reactivos de inmunología son muy
caros. Cultivar un virus que es la virología es más barato que medir la
respuesta inmunitaria, que es lo que hay que hacer con las vacunas. Los
reactivos de laboratorio, las sustancias que hay que utilizar y el
instrumental son muy caros y por eso toda la investigación en
inmunología es muy cara", explica.
Pero no se queja. "No me quejo de los presupuestos que tenemos porque
a pesar de los recortes hemos conseguido mantener un buen nivel de
presupuesto en investigación. Pero si se pudieran incrementar, se podría
acelerar el proceso y si los medios fueron superiores, lo que haces en
ocho años lo harías en tres".
El día en que se descubra la vacuna del Sida, Gatell reconoce que
será muy importante, "como también lo fue el día que se descubrió la
vacuna de la Poliomielitis, la del virus del Papiloma, la de la
Hepatitis B, y la de la Viruela que ha matado a millones y que si no
tuviéramos, seguiría matando", afirma. "Será un hito y seguro a quien lo
logre le darán el Nobel de Medicina".
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